A medida que la popularidad de las bebidas «energéticas» no alcohólicas aumenta espectacularmente, también lo hacen los problemas de salud relacionados, halla un estudio reciente.
En 2009, las salas de emergencias de Estados Unidos de Norteamérica (EU) trataron casi diez veces más casos de reacciones a bebidas como Monster y Rockstar que en 2005, según un nuevo informe del gobierno de EU publicado.
En 2009 se reportaron más de 13,000 visitas a emergencias relacionadas con las bebidas altamente cafeinadas, apuntaron investigadores de la Administración de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental (SAMHSA) de EU. Casi la mitad de las emergencias ocurrieron después de que se mezclaran las bebidas con alcohol u otras drogas, y los adultos jóvenes entre los 18 y los 25 conformaron más de la mitad de esos casos, hallaron los investigadores.
«Se ha prestado mucha atención a las bebidas energéticas que contienen alcohol, y todo el mundo comprende que su efecto puede ser bastante grave, pero las bebidas energéticas por sí mismas pueden tener efectos adversos», señaló el autor líder Albert Woodward, director de proyecto de la Red de Advertencia sobre el Abuso de Drogas de la SAMHSA.
Las ventas de esas bebidas con sabores aumentó en 240 por ciento entre 2004 y 2009, señaló Woodward. Entre las marcas populares se incluyen Red Bull, Full Throttle (producida por Coca-Cola) y AMP, además de Monster y Rockstar.
Las bebidas contienen estimulantes como la cafeína, y la cantidad de cafeína en una lata o botella varía según la marca. Mientras que una taza de cinco onzas de café contiene unos 100 miligramos (mg) de cafeína, y una lata de refresco de cola de 12 onzas contiene 50 mg, algunas bebidas energéticas contienen 80 mg y otras hasta 500 mg, según el informe.
«Es una dosis de cafeína inmensa», advirtió el Dr. Jeffrey N. Bernstein, director médico del Centro de Información sobre Intoxicaciones de Florida en la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami.
Las dosis altas de cafeína pueden provocar ritmos cardiacos anómalos, hipertensión, deshidratación y otras afecciones graves.
«Muchos de los pacientes que vienen tienen ansiedad, el corazón les late fuertemente y simplemente se sienten enfermos», comentó Bernstein.
Las bebidas, vendidas en latas y botellas en supermercado, máquinas expendedoras, bares y otros lugares, son mercadeadas para los jóvenes. Hasta el 50 por ciento de los niños, adolescentes y adultos jóvenes las usan, apuntaron los investigadores en el informe.
Para el estudio, los investigadores revisaron datos de la Red de Advertencia sobre el Uso de Drogas, que vigila las visitas a los departamentos de emergencias de los hospitales relacionadas con las drogas, que se reportan por todo Estados Unidos. En 2005, más de 1,100 personas buscaron tratamientos de emergencia por reacciones adversas a las bebidas energéticas. Para 2009, las salas de emergencias trataron a más de 13,000 pacientes por bebidas energéticas. En 2008, ocurrieron más de 16,000 visitas de esa naturaleza, la cifra más alta jamás alcanzada, hallaron los investigadores.
El alcohol, los fármacos o las drogas ilegales se asociaron con 44 por ciento de estas emergencias, y 52 por ciento de las visitas fueron de personas de 18 a 25 años de edad.
En general, los adultos jóvenes de 18 a 39 años de edad conformaron más de tres cuartas partes de todas las visitas a emergencias, y 64 por ciento eran hombres, mostraron los datos.
Los hombres eran el doble de propensos que las mujeres a usar alcohol y drogas con una bebida energética. Pero más mujeres que hombres combinaron bebidas energéticas con fármacos, reportaron los investigadores.
Las personas que combinan esas bebidas energéticas con sustancias de abuso tienen un mayor riesgo de lesiones graves y potencialmente letales, advirtieron los autores del estudio en un comunicado de prensa de la SAMHSA. Además, hay más probabilidades de que participen en conductas arriesgadas, como conducir bajo la influencia.
Sin embargo, un grupo que representa a los fabricantes de bebidas no se mostró de acuerdo con el informe.
«Este artículo es un ejemplo preocupante de estadísticas sacadas fuera de contexto», señaló una declaración emitida el martes por la Asociación Estadounidense de Bebidas (American Beverage Association, ABA). «De las más de 123 millones de visitas a salas de emergencias cada año, menos de una centésima de un por ciento tuvo que ver con personas que consumieron bebidas energéticas, según este informe».
La ABA continúa diciendo que «las bebidas energéticas y sus ingredientes son seguros y están aprobadas por la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU.»., y añadió que el informe «no muestra que las bebidas energéticas provoquen un mal uso del alcohol».
Sin embargo, Bernstein cree que algunas personas son especialmente susceptibles a la cafeína. «Si se es susceptible a la hipertensión, también puede ser un riesgo», señaló. «Si exagera, una noche en emergencias no es un día de playa», anotó.
Artículo por HealthDay.
FUENTES: Albert Woodward, project director, Drug Abuse Warning Network, U.S. Substance Abuse and Mental Health Services Administration; Jeffrey N. Bernstein, M.D., medical director, Florida Poison Information Center, University of Miami Miller School of Medicine; Nov. 22, 2011, statement, American Beverage Association; Nov. 22, 2011, report, U.S. Substance Abuse and Mental Health Services Administration, Emergency Department Visits Involving Energy Drinks