Comenzar a realizar pruebas de control del cáncer de pecho a los 25 años ayudaría a vivir más tiempo a las mujeres que portan una mutación genética relacionada con un mayor riesgo tumoral, señala una nueva investigación.
Los expertos, cuyo estudio fue publicado en la revista Cancer, observaron qué controles del cáncer mamario -mamografía o resonancia magnética- eran efectivos para las mujeres que portan las mutaciones genéticas BRCA1 y BRCA2, conocidas por elevar el riesgo de tumores de pecho y de ovario.
El equipo observó a mujeres de 25, 30, 35 y 40 años.
Comparado con no someterse a ninguna prueba, el control anual iniciado a los 25 años extendió la vida de las pacientes entre 1,3 y 1,8 años. Controlarse mediante resonancia magnética cada seis meses extendía la vida entre 1,5 y 1,7 años.
«Los resultados indican que las muertes por cáncer de pecho disminuyen con los controles», indicó la coautora del estudio, Janie Lee, que se especializa en imágenes mamarias en el Hospital General de Massachusetts.
Con todo, las pruebas no fueron perfectas.
Durante el transcurso de sus vidas, las mujeres con BRCA1 que comenzaron a realizarse mamografías a los 25 años tuvieron dos falsos positivos. Las mujeres con BRCA1 que se efectuaban una mamografía y una resonancia de pecho anual tenían cuatro falsos positivos.
En el caso de las portadoras de la mutación BRCA2, las cifras respectivas de falsos positivos eran de tres y ocho.
Además, los autores basaron sus hallazgos en un modelo de computadora que no se trasladaría a la vida real, dijo Carol Fabian, especialista en investigación del cáncer de mama de la University of Kansas, quien no participó del estudio.
Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, entre las mujeres de 40 años o menos con cáncer de pecho, alrededor de una de cada 10 tendría una mutación BRCA.
Un grupo oficial de expertos de Estados Unidos recomienda que los controles preventivos del cáncer mamario se inicien en todas las mujeres a los 50 años.
Grupos como la Sociedad Estadounidense del Cáncer aconsejan que las portadoras de BRCA empiecen a controlarse antes, a los 30 años.
«Comenzar a los 25 años tendría un beneficio leve, pero para la mayoría de las mujeres 30 está bien también», dijo Debbie Saslow, directora de cáncer mamario y ginecológico de la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
«Las mujeres que tienen una mutación BRCA en su familia suelen ser diagnosticadas a los 40 años o menos, por lo que deberían considerar controlarse desde los 25», añadió la experta.
Los controles anuales pueden ser muy costosos. Otra preocupación es la exposición reiterada a radiación, especialmente entre las mujeres con mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Cuando los investigadores tuvieron en cuenta el riesgo que implicaría la radiación, hallaron que menos de cinco de cada 100 mujeres portadoras de BRCA eran diagnosticadas con cáncer mamario debido al contacto con rayos X.
«El riesgo de contraer cáncer de pecho por exposición a radiación es pequeño comparado con el riesgo de morir de cáncer mamario si una no se controla», dijo Fabian. «Es una negociación aceptable», agregó.
Reuters Health
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