Las dietas de moda, si bien pueden ayudarte eliminar rápido los kilos de más, pueden acarrear más riesgos que ventajas.
La mayoría son regímenes que privilegian la alimentación a base de proteínas y grasas, aunque hay otros que excluyen los carbohidratos, que cuidan la selección y combinación de alimentos o que recurren al ayuno como principal vía para reducir tallas. Pero el precio que puede pagar tu organismo por seguirlas, llega a ser muy alto.
Algunas de sus seguidoras son Kate Middleton, esposa del príncipe Guillermo; la cantante australiana Kylie Minogue y la actriz española Penélope Cruz.
Te presentamos algunas de estas dietas, y el por qué de sus no tan buenos resultados.
Método Dukan
Kate Middleton perdió al menos cinco kilos con esa dieta y Penélope Cruz recurrió a ella después de su parto. El médico francés Pierre Dukan diseñó esta dieta rica en proteínas y baja en grasas, azúcares y carbohidratos, asegurando que el organismo necesita hasta 30% de energía adicional para metabolizar las proteínas.
Resulta atractiva porque: Promete una pérdida de peso considerable en su fase inicial debido a la cetosis, un proceso que consiste en la utilización de las reservas de grasa corporales debido a la falta de carbohidratos. Durante las dos primeras fases, las cantidades de alimento son ilimitadas. El ejercicio está permitido.
Lo cierto es que: Al ser un método restrictivo y alto en proteínas, puede aumentar el colesterol y el riesgo de gota, alteraciones hepáticas y renales. Puede haber dolor de cabeza y mareo, náuseas, boca seca y fatiga.
Dieta Scarsdale
Fue diseñada por el cardiólogo estadounidense Herman Tarnower en 1979 y promete la pérdida de hasta un kilo diario. La dieta elimina casi todos los carbohidratos y permite un consumo muy limitado de granos enteros. Sólo puede realizarse durante dos semanas y no permite cambios ni sustituciones en los alimentos.
Resulta atractiva porque: Permite bajar peso en poco tiempo. No exige contabilizar calorías ni pesar alimentos. Tampoco hacer ejercicio.
Lo cierto es que: No es una dieta variada ni equilibrada, pues el 70% de las calorías proviene de las proteínas, lo cual puede alterar el funcionamiento del riñón, aumentar el ácido úrico y provocar deshidratación. Además, es hipocalórica, por lo que puede ocasionar hambre y debilidad.
Sistema Montignac
La cantante australiana Kylie Minogue es una de las “embajadoras” de este sistema. Su creador es el ex ejecutivo francés Michel Montignac, quien luchó contra el sobrepeso hasta desarrollar en 1984, un método que, asegura, le ayudó a perderlo.
Recomienda consumir alimentos de bajo contenido glucémico -proteínas y algunos carbohidratos-, a fin de que el cuerpo recurra a las reservas de grasa como fuente de energía.
Resulta atractiva porque: La reducción de calorías contribuye a la disminución de peso en un promedio de seis días. También reduce la glucemia y los niveles de insulina diaria; disminuye los niveles de colesterol HDL (malo) y puede bajar hasta un 35% los triglicéridos. Logra un nivel de saciedad satisfactorio.
Lo cierto es que: Los estudios sólo demuestran un efecto de pérdida de peso en un periodo de tiempo reducido (días) y no es un plan de alimentación que se pueda prolongar demasiado tiempo. Excede casi el doble la recomendación de proteína para una persona normal (0.8 g/Kg/día vs. 1.5 g/Kg/día), lo que a la larga puede causar problemas renales y elevar los niveles de ácido úrico.
Dieta de la sopa quema grasa
Supuestamente fue creada por cardiólogos del Hospital del Sagrado Corazón de Montreal, Canadá, lo cual fue desmentido por la institución. Se asegura que permite perder hasta ocho kilos en una semana a razón de consumir una sopa hecha a base de cebolla, pimientos verdes, apio, tomates, col y agua. Todos los días hay que consumir sopa en cantidad libre, además de una selección de alimentos distinta cada día.
Resulta atractiva porque: es una dieta baja en calorías. Promueve el consumo de líquidos, frutas, verduras, así como la realización de ejercicio.
Lo cierto es que: Es un régimen deficiente que no guarda proporción entre los nutrimentos. La pérdida de peso se atribuye a la baja ingestión calórica y a su efecto diurético, lo cual ocasiona la pérdida de músculo. Su atributo “quema grasa” es un mito.
La dieta del sirope
Esta es otra dieta de la que te debes de cuidar. Se dice que la cantante Beyoncé la probó y perdió 10 kilos en 14 días.
Consiste en un “ayuno depurativo” a base de jarabe de savia con jugo de limón, agua y pimienta de Cayena. A esta mezcla se le atribuye la propiedad de acelerar el metabolismo, lo cual no ha sido comprobado.
Sus efectos pueden ser devastadores, pues altera los niveles de colesterol, ocasiona fatiga e insomnio. También existe la posibilidad de ganar más peso, pues frente a la falta de alimento, el organismo se protege gastando la mínima energía.
Las dietas con alto contenido en grasa
Estos regímenes de dudoso fundamento que incluyen un alto contenido de grasas -como carnitas, chicharrón, mayonesa, quesos maduros, vísceras, pollo frito, etcétera- son muy peligrosos.
Buscan mantener un estado de cetosis para promover la pérdida de grasa corporal; pero la cetosis es una situación metabólica causada por un déficit de carbohidratos, lo que induce la utilización de las grasas a fin de obtener energía, generando compuestos tóxicos llamados cetonas que, al ser eliminados por la orina, pueden alterar el funcionamiento de los riñones.
No funcionan, no insistas
Recuerda que las dietas milagro pueden acarrear más consecuencias dañinas a tu salud que buenos resultados. Te presentamos una lista de los regímenes de los que debes cuidarte:
1. Dietas relámpago. Prometen pérdida rápida de peso. Lo recomendable es eliminar entre dos y cuatro kilos por mes.
2. Monodietas (que incluyen un solo grupo de alimentos). Las dietas que sí funcionan incluyen todos los grupos de alimentos en cantidad suficiente.
3. Dietas altas en grasas o proteínas y bajas en hidratos de carbono. Pueden provocar alteraciones renales y hepáticas.
4. Dietas que incluyen ayunos prolongados. Pueden alterar el funcionamiento del organismo, el cual se protege contra la ausencia de alimentos, acumulando reservas de grasa.
5. Dietas que incluyen el uso de medicamentos sin prescripción o supervisión médica. Son una amenaza para la salud y en casos extremos, para la vida. Lo ideal es bajar con dieta y ejercicio.
2. Monodietas (que incluyen un solo grupo de alimentos). Las dietas que sí funcionan incluyen todos los grupos de alimentos en cantidad suficiente.
3. Dietas altas en grasas o proteínas y bajas en hidratos de carbono. Pueden provocar alteraciones renales y hepáticas.
4. Dietas que incluyen ayunos prolongados. Pueden alterar el funcionamiento del organismo, el cual se protege contra la ausencia de alimentos, acumulando reservas de grasa.
5. Dietas que incluyen el uso de medicamentos sin prescripción o supervisión médica. Son una amenaza para la salud y en casos extremos, para la vida. Lo ideal es bajar con dieta y ejercicio.
Fuente: Érika Uribe (BALANCE)
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